Los espacios coworking son cada vez más frecuentes, ya que son la solución ideal para profesionales autónomos y freelance, ya que evita dedicar tiempo en buscar un local y acondicionarlo con el equipamiento necesario para su empresa.
En esta instalación, recurrimos a mesas de la línea T-WORK con ala, pues buscamos dotar a cada núcleo de amplitud en el área de trabajo y de una correcta canalización del todo el cableado necesarios y con fácil acceso a las tomas para sus periféricos electrónicos
Para la necesidad de la gestión documental, recurrimos a los armarios fónicos con puertas correderas de GUIALMI. Con ellos garantizamos una amplia capacidad de archivo, maximizando el aprovechamiento de la superficie utilizada, al no necesitar de espacio extra para la apertura de las puertas.
Con estos armarios fónicos, también evitábamos la reverberación, problemática que se acentúa cuando se comparten espacios.
Para garantizar el éxito de un espacio Coworking, hay que configurar un espacio ergonómico que minimice los riesgos asociados a una movilidad restringida y posturas inadecuadas. Para ello es imprescindible contar con una silla que este equipada con los atributos de ergonomía necesarios para combatir estos riesgos. En esta ocasión nos decantamos por la silla ergonómica sincronizada y con brazos regulables modelo Atika.
Por último, no nos podemos olvidar del color del mobiliario, tan importante para alcanzar un confort visual, en esta ocasión optamos por un color blanco para las mesas y armarios para contrastarlo con el negro, más sufrido, de las sillas. El resultado fue un efecto amplificador del espacio y de la luz, evitando la fatiga visual y con la certeza, en este caso muy importante por la gran variedad de usuarios, de un alta aceptación dado su carácter neutral.
